lunes, 28 de enero de 2013

Marina Abramovic está de moda


La película documental que consagra la vida de la performer más famosa de este tiempo será estrenada el 8 de febrero con gran expectación. Y es que Marina Abramovic está de moda, ¿desde cuándo? yo diría que desde que los curadores del MoMA la llamaron para la exposición Artist is present, que se convirtió en el evento newyorkino de los meses que duró la exhibición en 2010. Además de una gran retrospectiva de sus fructíferos 40 años de carrera como artista, Marina presentó una performance en la que se sentó durante los tres meses en las horas de apertura del museo, frente a ella podría sentarse cualquier visitante por un tiempo indeterminado. Simplemente  mirar intensamente a alguien, esa era la experiencia.


¿Por qué algo que puede parecer tan sencillo provocó colas que doblaban la esquina? Según Will Gompertz es porque la performance está de moda. Esto se puede ver en la actualidad del sector del entretenimiento, desde Lady Gaga a el actor Sacha Baron Cohen que ha interpretado a los personajes Borat o recientemente Aladeen (El Dictador), incluso las modelos de pasarela desfilando con esos peinados y trajes de alta  costura son en cierta forma performance. Hoy en día hay una participación masiva a los eventos culturales, estos  se convierten en acontecimientos que mezclan el arte y el entretenimiento. Este es un campo muy fértil para los museos que recientemente se han convertido en lugares divertidos y “guays”.
Por todo esto aunque las nuevas performances de Marina no sean un “gran qué”, sí que hay detrás de ellas un gran trabajo de marketing que engloba, apariciones en televisión, el documental, los anuncios del estreno de la película e incluso el pre-estreno en algunos museos. No es ningún escándalo que los artistas vendan de esta manera su obra pero sinceramente yo preferiría que Marina non lo hubiera hecho, sobre todo a estas alturas ya con 65 años y con este tipo de performances que no me dicen nada.
Hace unos meses fui  ver la exposición que hizo en el PAC de Milán titulada Marina Abramovic The Method, se trataba de una performance que integraba al público como parte de la obra. En el ingreso el visitante podía elegir si participar por un tiempo sentándose, tumbándose o quedándose de pie en contacto con minerales como amatista o cuarzo. Los participantes debían estar relajados y en silencio, con los oídos tapados y descalzos en un espacio a modo de escenario. El resto del público se situaba distante y observaba a los participantes pudiendo usar  telescopios y prismáticos para contemplarlos al mínimo detalle. (Los telescopios estaban todos rotos). La sala estaba llena de público “of course!”



Por un lado encontré interesante la participación activa del visitante, el intento de hacernos conscientes del aquí y ahora y el tiempo reflexivo de uno mismo. El tema de los minerales se refiere al misticismo o ritualismo que la artista estudia desde sus comienzos. Por otro lado, el resto del público funcionando como observador, podría referirse al arte que no existe sin ser observado, o al rol del observador que es quien juzga la obra, en fin, puede haber multitud de significados. La verdad es que no me gustó demasiado, lo que si fue interesante fue poder ver los vídeos de la exposición Artist is present y la pequeña retrospectiva que se hizo con obras de los años 70, 80 y 90.



Lo que me fastidia es el desencanto que me provoca la obra actual de Marina, ya que sentía gran admiración por todo lo que hacía. La primera vez que me hablaron de ella fue cuando me contaron su participación en la Bienal de Venecia en 1997 ganando el León de Oro. Su performance consistió en limpiar la sangre de cientos de huesos de vaca, me dijeron; ¡fue terrible verla allí a oscuras limpiando sin cesar aquella sangre y con aquel olor a putrefacción!
Balkan Baroque se basó en un lavado de conciencia, se refiere obviamente a los conflictos que desde 1991 hasta 2001 se sucedieron en Yugoslavia, tierra natal de Abramovic. Es la metáfora de que uno solo puede avanzar en la vida si está dispuesto a aceptar las consecuencias y abrazar el futuro.


Pasado y presente de Abramovic, juzguen y comparen ustedes mismos.


Fuentes: 
GOMPERTZ, Will, What are you looking at?, Penguin Books, London, 2012.


2 comentarios:

  1. Qué interesante! No sé si me gusta, pero por lo menos llama mi atención y me deja pensando. Eso es mucho más de lo que otros consiguen...

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  2. Si, es un espectáculo, ahora todos los museos se la rifan, de hecho en 1997 el pabellón de Montenegro no quiso que Marina fuese su representante con una obra tan impactante como Balkan Baroque pero si le pidieron que expusiera en su pabellón en la última bienal donde no se presentó ninguna obra original sino una presentación narrada por ella del nuevo museo de la performance en Montenegro.. bah

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